jueves, 21 de junio de 2012

Joy Street

Si hace unos días, cerca de El Corte Inglés del centro, alguien me pregunta por la Calle de la Alegría, le habría contestado: "Lo siento, no tengo ni idea, no me suena por aquí".

Pues hace unos días pasaba detrás de El Corte Inglés del centro y no sé por qué miré el rótulo de la calle que está en frente del Hotel Mozart,




y me llevé una alegría, así, sin más. BienBien.

Pero lo cierto es, que no hay calle menos indicada en Valladolid para darle ese bonito nombre, o quizá, pensándolo bien, sea la más apropiada. No es una calle, es un callejón sin salida, no tiene más allá de una veintena de metros y es el resultado de las traseras de un variopinto conjunto de bloques de edificios, como podéis ver en la foto de la derecha. Su nombre es lo único que merece la pena de la calle. BienBien.

El caso es que me picó la curiosidad por el origen del nombre de la dichosa calle, en pleno centro de Valladolid, donde las calles se nominan recordando a ilustres civiles o piadosos y gremios.

Lo primero que se me vino a la cabeza, por aquello de que soy hombre y la cabra siempre tira al monte, es que aquí en algún momento se comerció con la alegría, pero me resultaba extraño, porque así como todos los lugareños hemos oído hablar de la famosa Calle de Padilla por dicho comercio, jamás había oído mencionar tal trapicheo por esta zona. Y esas cosas perduran en el tiempo más que si te fotografían en cueros y lo cuelgan en internet.

Así que después de una ardua búsqueda en Google (historia de la calle de la alegria en valladolid) encontré el origen de tal calle. Y cito:
"Entre la hoy calle de Montero Calvo y la de la Alegría hubo un callejón que se llamó del Verdugo, por vivir en él el ejecutor de la justicia, el último de los cuales fue Félix de Gracia, cerrándose dicho callejón al fallecer esta persona. 
La razón del rótulo de la calle de la Alegría era o fue que cuando había condenados a ser azotados por las calles, al llegar la comitiva a la de la Alegría, dejaban de flagelarles, cubriéndoles con una capa y dándoles a la vez la libertad como término de la pena. Ello, como es natural, producía gran júbilo y algaraza, y de ahí vino el nombre de la calle. Como estaba tan próxima la casa del verdugo, sería costumbre aplicar los azotes desde la cárcel a la mansión de aquél."
Nada que ver con mi calenturienta mente etimológica. Los orígenes de la Alegría son inescrutables. BienBien.

Nota. La información la encontré en un blog sobre Valladolid que bien merece la pena una visita por las curiosidades que alberga, Vallisoletum.

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